La diabetes y el pie: un riesgo que podemos prevenir
El pie diabético-isquémico aparece cuando la circulación arterial del miembro inferior está comprometida. La sangre no consigue irrigar bien los tejidos y cualquier pequeña lesión puede convertirse en una puerta abierta a infecciones, ulceraciones y complicaciones graves. Las cifras de la prevalencia de la enfermedad son alarmantes, se cree que 1 de cado 8 personas en el mundo es diabético y que hay un tercio de la población que no sabe que padece la enfermedad. El impacto es notable, las personas con diabetes tienen 15 veces más riesgo de amputación que la población general, de estas El 85% de las amputaciones del miembro inferior están precedidas por una úlcera, y hasta un 25% de los pacientes con diabetes desarrollará una úlcera en el pie a lo largo de su vida.
Esta enfermedad tiene dos formas principales, contribuye a este problema. La DM1 aparece por destrucción autoinmune de las células β, generando una falta total de insulina y la DM2, mucho más frecuente y estrechamente ligada a la obesidad, combina resistencia a la insulina con un deterioro progresivo de su secreción. En España, afecta a aproximadamente el 14% de los adultos, y una parte importante desconoce su diagnóstico.
El tratamiento de las úlceras es complejo y costoso, pero la prevención sigue siendo la herramienta más eficaz. Aunque existen equipos multidisciplinares con endocrinólogos, cirujanos vasculares y otros especialistas, el podólogo es el principal cuidador del pie y el especialista destinado a detectar antes los signos de riesgo. Una revisión podológica regular podría evitar un gran número de amputaciones en pacientes con diabetes, ya que permite identificar lesiones incipientes antes de que evolucionen.
Conclusión: El pie diabético es uno de los efectos secundarios más frecuentes y graves de la diabetes, pero también uno de los más prevenibles. Una vigilancia estrecha, educación sanitaria adecuada y una intervención precoz —con el podólogo como figura central del cuidado del pie— pueden evitar un gran número de amputaciones y mejorar significativamente la calidad de vida de las personas con diabetes.
